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Esta es una plataforma para impulsar el crecimiento y modernización de Metrobús. Vemos el futuro cada vez más eléctrico, ¿nos acompañas?

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Cero emisiones locales

Las emisiones de contaminantes se reducen a cero porque las unidades 100% eléctricas no utilizan ningún tipo de combustible. Es así que estos autobuses carecen de gases contaminantes provenientes del escape.

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Menores emisiones globales

Un autobús eléctrico en México produce entre 71% y 81% menos emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) durante su vida útil, en comparación con un autobús de diésel.

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Mejor salud

La emisión cero de contaminantes del Metrobús eléctrico disminuye la generación de partículas que dañan las vías respiratorias, el corazón, el agua, el suelo y las superficies. El Metrobús eléctrico evita emisiones de partículas finas, reduciendo los riesgos respiratorios y cardiovasculares, y contribuye a una mejor calidad de vida.

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Menor contaminación auditiva

La ausencia de ruido de una unidad eléctrica reduce la contaminación acústica en las calles en un 40% o más, en comparación con una unidad a diésel. Lo cual mejora la salud mental de las personas y la experiencia de viaje se vuelve más tranquila y confortable.

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Mayor independencia energética

La transición hacia autobuses eléctricos contribuye a una mayor independencia energética del país. Al reducir la demanda de combustibles fósiles, se apoya el uso de energías limpias en crecimiento. México busca generar 45% de su electricidad con energías limpias para 2030.

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Mayor uso de baterías, menos desecho

Las baterías de autobuses eléctricos pueden tener una segunda vida, como almacenamiento de energía en hogares o comunidades. Esto extiende su utilidad, reduce residuos y, al reciclarlas, se permite recuperar metales valiosos. Además, ajustar su capacidad a las necesidades de cada ciudad optimiza costos y uso de materiales.

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Menor costo de la energía

El costo de electricidad por kilómetro es 77.35% menor que el costo del diésel por km. Un autobús eléctrico gasta $3.34 pesos mexicanos en energía eléctrica por kilómetro. En cambio, uno de diésel gasta $14.75 en combustible.

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Más comodidad

La modernización de las unidades facilita la incorporación de otras mejoras, como la posibilidad de cargar dispositivos móviles por medio de puertos USB, puertas deslizantes más accesibles y disfrutar de asientos y pasamanos más cómodos y de mejor calidad.

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Preguntas frecuentes

La electromovilidad o movilidad eléctrica es el uso de vehículos que funcionan con motores eléctricos, los cuales son más eficientes en el uso de energía para su desempeño que los vehículos tradicionales, no producen emisiones contaminantes a nivel ciudad, son silencios en su funcionamiento y tienen una vida útil más prolongada.

Fuente: Electromovilidad en Mexico, Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (2023)

No, se realizó un plan económico cuidadoso para reemplazar las unidades a diésel con nuevas unidades eléctricas del Sistema  Metrobús y conservar el costo actual por viaje.

Un autobús eléctrico que opera entre 18 a 21 horas diarias, se carga por completo en 3.5 horas (L3). Esto hace muy eficiente la inversión de tiempo de carga, que equivale a 18% del tiempo de operación, en promedio.

Los autobuses son cargados cuando el sistema descansa, entre las 12:00 y 4:30 de la madrugada, lo cual también significa que el costo de la red eléctrica es menor.

Además de los beneficios ambientales y la mayor eficiencia energética, la actualización con las últimas tecnologías trae los siguientes beneficios al servicio del Sistema Metrobús: 1. Traslados más silenciosos para el entorno urbano y las personas usuarias, 2. Mayor suavidad en el desempeño y frenado de los autobuses, 3. Incorporación de innovaciones tecnológicas como la posibilidad de carga de dispositivos móviles por medio de puertos USB en las unidades y las puertas deslizantes amigables con los pasajeros.

Actualmente, el país genera electricidad de la siguiente forma:

75.7% se produce en plantas que utilizan combustibles.

24.3% proviene de tecnologías limpias, como las hidroeléctricas, eólica, solar fotovoltaica y geotérmica.

Fuente: Prodesen 2024-2038 (p. 97)

Teniendo esto en consideración, las emisiones de GEI de los autobuses eléctricos de Metrobús, durante su vida útil, son de 71% a 81% más bajas que las emisiones de los autobuses de diésel.

Fuente: Cuantificación de las emisiones evitadas por autobuses eléctricos en Latinoamérica (ICCT, 2024)

Hacia el futuro, se proyecta que el abastecimiento nacional de energía eléctrica sea cubierto por más fuentes limpias, con lo que los contaminantes de esta industria continuarán disminuyendo.

Se tiene planeado que las baterías utilizadas para la electromovilidad tengan una segunda vida: pueden reutilizarse como almacenamiento estacionario de energía en hogares, edificios, industria, comunidades rurales aisladas y para la red eléctrica. Así como reciclarse en un centro especializado que tritura y separa los materiales, donde se recuperan metales como el cobalto, el níquel y el litio para ser reutilizados.

Fuente: A global and regional battery material outlook (ICCT, 2024)

En colaboración con:

La Alianza ZEBRA (Zero Emission Bus Rapid-Deployment Accelerator) liderada por C40 y el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT), financiada por la Fundación ClimateWorks. La iniciativa se lanzó en 2019 para acelerar el despliegue de autobuses de cero emisiones en las principales ciudades de América Latina, superando las barreras políticas, técnicas y financieras para esta transición del mercado. Desde 2023, la alianza también apoyará a ciudades de Sudáfrica y India en su transición hacia flotas de autobuses de cero emisiones.
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